Recientemente fui a ver Batman (las críticas las dejaremos para otro momento), cualquier persona en su sano pensar, imaginaría una sala medio vacía entre semana a las 8.00 de la noche, pero la sorpresa fue muy diferente; la sala estaba llena en cada espacioy para mi mala suerte me senté en la segunda fila... fue el momento ideal para empezar a recordar todos los malos momentos que he vivido en una sala de cine.
Primero, es horrible estar en las primeras filas de la sala, porque lejos de sentirte dentro de la película, nuestro cuello sufre las peores consecuencias. No podemos olvidar las personas que no pueden dejar de golpear tu asiento... hoy me sigo preguntando: qué ganan, no pueden dejar sus piernitas quietas durante las dos horas de la película.
Pero lo peor de toda función de cine es la persona que se sienta a tu lado y no deja de platicar con su compañía, teniendo como ejemplos el que le explica la película, el que critica en ese momento, el que platica de otras cosas o el que contesta su celular a media función, el peor el que come sus palomitas, nachos o sandwich con la boca llena y tienes efectos de sonido estero a un lado tuyo.
Al final puedes hacer caso omiso de todo eso y disfrutar tu pelícuala, pero la pregunta siempre será podrás algún disfrutar una película sin estos pequeños inconvenientes, o son simplemente parte de "la magia del cine"?
Alicia Luna
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2 comentarios:
MALA PERSONA!
jajaja, estoy de acuerdo, pero toma en cuenta que las personas que golpean el asiento de enfrente no lo hacen por molestar, confieso a veces lo hago es una mala costumbre, pero si el afectado me pide que detenga lo hago.
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