La materia prima del cine es la realidad. El espectador de las películas tiene la oportunidad de identificarse con el personaje de la ficción, esto hace que el film tenga un grado de realidad que llega a depender del contexto fílmico creado por el montaje, claro que también depende del contexto mental del espectador. Así el cine como podría hacerlo el teatro, proporciona una ilusión parcial hasta cierto punto de la vida real, logrando retratar la vida real, en un medio real, siendo así la realidad vista desde el cine, el centro de atracción del mismo.
Así el cine hace un intento por reproducir lo real, afectando nuestros sentimientos, tomando un significado en nuestra vida cotidiana, tomándolo como punto de comparación algunas veces.
El cine se adhiere a la realidad, participa de su existencia, creando situaciones y emociones para las que no existe una identificación clara, pero al final siempre con imágenes unidas a nuestra realidad.
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